Un diccionario del uso de las palabras según Winnicott[i]
Por Jan Abram
Traducción a cargo de Luciana Tonelli Rodulfo
Capitulo 4 – Ser (la continuidad de)
La continuidad del Ser puede ser descrita como un estado o sentimiento que deviene como resultado de la experiencia subjetiva del niño de estar fusionado con una madre lo suficientemente buena. Winnicott también describe esta sensación de “Ser” como el centro de gravedad, lo cual tiene que ocurrir en las primeras semanas de la etapa de total dependencia del bebé y es sólo posible si la madre se encuentra en un estado de preocupación materna primaria.
El Ser pertenece al verdadero Yo y su potencial heredado. El Ser está ligado a la no integración, precursor de la habilidad de relajarse y disfrutar. La habilidad de Ser deriva de la experiencia de un entorno contenedor desde un inicio. De la experiencia de Ser puede desarrollarse la capacidad de “Vivir creativamente” y “Jugar” siendo estos aspectos de la integración.
Winnicott ubica la experiencia de “Ser” con el elemento femenino -él también dice que, en el corazón del Ser, se localiza la cultura.
- El centro de Gravedad
El uso que Winnicott le da a la palabra “Ser” y a la frase “Continuidad del Ser” se desarrolló durante la última década de su vida y trabajo. Con esto no queremos decir que esta fuera una nueva idea, sino simplemente que es entonces que él específica y localiza una subjetividad interna. Esta manera de describir el sentido del Ser, dentro del bebé, trae un sabor existencial al trabajo de Winnicott, aunque esto no era lo que él quería lograr. En una charla dada en 1966 titulada “La madre devota común” y publicado el mismo año, Winnicott traza una distinción entre sus pensamientos y el existencialismo:
[…] Está el comienzo de todo, y éste da sentido a palabras muy simples como el Ser. Podríamos usar una palabra afrancesada existir y hablar de la existencia, y podemos tornar esto en una filosofía y llamarlo existencialismo, pero de un modo u otro nos gusta comenzar con la palabra Yo y luego con la declaración Yo Soy. Lo importante es que Yo Soy no significa nada a menos que el Yo en el comienzo Sea junto con otro ser humano quien aún no ha sido diferenciado. Por este motivo es más acertado hablar de Ser que usar las palabras Yo soy, que corresponden a la próxima etapa. No puede ser sobre enfatizado que el Ser es el comienzo de todo, sin lo cual Hacer y Ser Hecho no tendrían ningún significado […].
[“La madre devota común”, 1966, pp.11-12]
Winnicott parece descartar el valor de la filosofía existencial al poner su énfasis en la existencia sobre la relación temprana madre-niño. Sin embargo, es esta dimensión afrancesada del trabajo de Winnicott que precisamente extiende y a veces altera radicalmente la teoría psicoanalítica (con sus consecuentes ramificaciones para la técnica), y aunque Winnicott lo haya deseado o no, su teoría del desarrollo emocional realmente hace una contribución significativa en áreas de investigación filosófica.
En un corto artículo presentado a la Sociedad Psicoanalítica Británica en 1952, “Ansiedad asociada con inseguridad”, el corazón del concepto del “Ser” de Winnicott fue presentado. El Ser emana de la noción del “Centro de gravedad”. Aquí existe una importante distinción entre las teorías de Winnicott y la de Klein. Donde Klein dice que las relaciones objeto comienzan desde el comienzo de la vida, Winnicott observó el comienzo de las relaciones objeto emanando de las primeras semanas, donde la madre y el bebé funcionaban como una configuración entorno-individual.
[…] ¿Qué es lo que precede la primera relación objeto? Por mi parte he tenido una larga lucha con este problema. Comencé cuando me encontré diciendo en esta Sociedad, y lo dije con cierta excitación y acalorado: “No existe tal cosa como un bebé”. Me alarmé de escucharme enunciar estas palabras y traté de justificarme indicando que si me muestras un bebé también me muestras a alguien que cuida y se preocupa por el bebé o al menos alguien que tiene los ojos y los oídos pegados a ese bebé. Uno ve una “Pareja de lactancia”.
[…] Hoy diría, de manera más calmada, que anteriormente a las relaciones objeto el estado de las relaciones es el siguiente: la unidad no es el individuo, la unidad es una configuración entorno-individual. El centro de gravedad del Ser no comienza en el individuo. Yace en la configuración como un todo. Para un cuidado lo suficientemente bueno, técnica, sostén, y administración general; la carcasa va siendo gradualmente tomada y el núcleo (que ha lucido todo el tiempo como un bebé humano para nosotros) puede comenzar a ser un individuo. El comienzo es potencialmente terrible debido a las ansiedades que mencioné y debido al estado de paranoia que sigue de cerca en esta primera integración, y también en los primeros momentos instintivos. Si el cuidado del bebé es lo suficientemente bueno, neutraliza las persecuciones externas y prevé la sensación de desintegración y pérdida de contacto entre psiquismo y cuerpo.
[…] En otras palabras, sin una buena técnica de cuidado del niño, este nuevo ser humano no tiene chance alguna. Con una técnica lo suficientemente buena, el centro de gravedad del Ser en la configuración entorno-individual puede alojarse en el centro, en el corazón en lugar de en la coraza. El ser humano, ahora desarrollándose como una entidad desde su centro, puede comenzar a ser localizado en el cuerpo del bebé y por tanto puede comenzar a crear un mundo externo al mismo tiempo que adquiere una membrana limitante y un interior. De acuerdo con esta teoría, en un comienzo no había mundo externo, aunque nosotros como observadores podíamos ver un niño y su entorno […].
[“Ansiedad asociada con inseguridad”, 1952, pp.99-100]
El narcisismo primario, como muchos términos Freudianos, cambia su énfasis y significado dependiendo de la interpretación del escritor y el uso de la teoría. Winnicott usa el término poco frecuentemente, pero cuando lo hace se refiere a las etapas tempranas de la madre y el niño, anteriores a las relaciones objeto.
La madre que está en un estado de preocupación maternal primaria es tomada por la preocupación por su bebé, por su intensa identificación con su situación. Esto le permite proporcionarle una protección física y psicológica (ver PREOCUPACION MATERNAL PRIMARIA: 1, 2, 3, 4).
Fusionado significa para Winnicott que ambos, madre y niño, son parte de uno, aunque la madre sana se da cuenta de ella misma y de su niño (ver EGO: 4). El estado de fusión para el niño significa que el aún no es capaz de distinguir entre Yo y No-Yo. Él ve la cara de su madre y piensa que es la suya. Este estado de ensueño entre el niño y su madre esta enlazado con las teorías de mutualidad (Winnicott), la necesidad de ilusión y de comunicación con objetos subjetivos (ver COMUNICACIOON: 9, DEPENDENCIA: 1, MADRE: 4, YO: 3).
Temprano en su obra Winnicott describe el estado del “ser” como un estado de desintegración y lo que ello significa en algunas notas escritas en 1948, cuando se preparaba para dar una charla.
[…] En los momentos de calma no existe la línea entre lo interno y lo externo, sino muchas cosas separadas, el cielo visto a través de los árboles, algo relacionado con los ojos de la madre viendo dentro y fuera, deambulando.
Esto es algo muy valioso de retener: nos falta algo sin ello, algo que tiene ver con estar calmado, descansado, relajado, y el sentirse uno con la gente y las cosas cuando no hay excitación […].
[“Primera introducción con la realidad externa”, 1948, p.25]
La habilidad de relajarse y rendirse de este modo dependerá por completo de un entorno-brazos de la madre, el cual puede ser confiado por completo. La habilidad de desintegrarse y relajarse es paradójicamente un signo de integración y madurez (ver SOLO: 2).
En 1960, la experiencia de trabajo de Winnicott con bebés y sus madres da como resultado el artículo “La teoría de la relación entre padres e hijos”. En este, él se enfoca en los aspectos cruciales de los efectos de un entorno lo suficientemente bueno en la continuación-del-ser en el niño; describe detalles del cuidado parental y cómo contribuyen estos al desarrollo del sentido de bienestar del niño (ver SOSTEN; 4, YO: 5).
[…] Con el “cuidado que recibe de su madre” cada niño es capaz de tener su propia existencia y, por tanto, comienza a construir lo que puede ser llamado la Continuidad del ser. Sobre la base de esta continuidad de ser el potencial heredado gradualmente se desarrolla en un niño individual. Si el cuidado maternal no es lo suficientemente bueno, luego el niño no logra llegar a existir, dado que no hay continuidad del ser; en lugar de esto la personalidad se basa en reacciones contra el impacto del entorno […].
[“Relaciones padres-niño”, 1960, p.54]
Una vida construida sobre el efecto acumulativo de las reacciones contra el impacto resulta en un vivir de falso Yo, lo cual no es vida (ver YO: 7)
Sin embargo, hay un saludable falso Yo, que existe para proteger el centro/ el verdadero Yo.
- El verdadero Yo incomunicado
Winnicott asume la existencia de un Yo central desde el comienzo de la vida. Este Yo central solo puede existir en un modo autentico y vivo si es protegido y se le permite permanecer aislado. La noción del Yo aislado comienza a ser explorada por Winnicott en su artículo, “La teoría de la relación padre-hijo”.
[…] Otro fenómeno que necesita consideración en esta etapa es el esconder el centro de la personalidad. Examinemos el concepto de un Yo central o Verdadero Yo. Puede decirse que el Yo central sería el potencial inherente que está experimentando una continuidad del ser y adquiere, en su propio modo y a su propia velocidad, una realidad psíquica personal y un esquema corporal personal. Parece necesario permitir el concepto de aislamiento de este Yo central como una característica de salud. Cualquier cosa que amenace este aislamiento del Yo verdadero constituye un punto de mayor ansiedad en esta etapa temprana, y defensas de la infancia primaria aparecen en relación a fallas por parte de la madre (o en el cuidado materno) de alejar los golpes que puedan perturbar este aislamiento […].
[“Relaciones padres-niño”, p.46]
El tema del aspecto del aislamiento del Yo verdadero es elaborado por Winnicott en 1963, en uno de sus mejores artículos: “Comunicándose sin comunicarse llevando al estudio de ciertos opuestos” (ver COMUNICACIÓN: 12).
[…] Estoy presentando y destacando la importancia de la idea del Aislamiento permanente del individuo y afirmando que en el núcleo del individuo tampoco hay comunicación con el mundo No-Yo…
Este tema del individuo como aislado tiene su importancia en el estudio de la infancia y la psicosis, pero también es importante en el estudio de la adolescencia. El niño y la niña en pubertad pueden ser descriptos de muchas maneras y una de ellas trata el adolescente como aislado. La preservación del aislamiento personal es parte de la búsqueda de identidad y del establecimiento de una técnica personal para comunicarse, lo cual no lleva a una violación del Yo central. Esta puede ser una de las razones por las cuales los adolescentes evitan en general el tratamiento psicoanalítico, aunque están interesados en las teorías psicoanalíticas, Ellos se sentirían violados por medio del psicoanálisis, no sexualmente sino espiritualmente. En la práctica el analista puede evitar confirmar los miedos del adolescente con respecto de esto, pero el analista de un adolescente debe esperar ser testeado por completo y debe estar preparado para usar comunicación de tipo indirecto, y de reconocer la simple falta de comunicación […].
[“Comunicarse sin comunicarse”, 1963, p190]
Anteriormente en este artículo, Winnicott postula que el miedo de la sociedad por el psicoanálisis está asociado a la violación del Yo.
[…] Podemos comprender el odio que la gente tiene por el psicoanálisis que hubo penetrado mucho en la personalidad humana, lo cual constituye una amenaza para el individuo en su necesidad para aislarse en secreto. La pregunta es: ¿cómo aislarse sin tener que aislarse? […]
[“Comunicarse sin comunicarse”, p.187]
Esta pregunta paradójica e importante esta enlazada con temas de violación del Yo y estados de abstinencia (ver SOLO; 3).
El respeto y la apreciación por la necesidad del paciente no necesitan comunicar la noción radical en psicoanálisis en donde la tradición ha sido que el paciente pueda hablar de todo.
- Apercepción creativa
Apreciación creativa es el nombre que pone Winnicott a la experiencia subjetiva del niño, desde el comienzo, de su madre y su entorno.
[…] La apreciación creativa es más que nada lo que hace que el individuo sienta que a la vida vale la pena ser vivida. En contraste con esto está su relación con la realidad externa que es una realidad de cumplimiento, el mundo y sus detalles siendo reconocidos pero solo como algo a lo que se debe poder pertenecer y que demanda adaptación […].
[“La creatividad y sus orígenes”, 1971, p65]
El niño que se desarrolla desde el centro de gravedad y por lo tanto está alojado en el núcleo (su propio sentido de Yo) en oposición a su coraza (la necesidad narcisista de su madre por ser vista) es capaz de percibir creativamente. Es esto y solo esto que lleva a un sentido del Yo y de sentirse reales. Este sentir presta significado a la vida y hace que la vida valga la pena de ser vivida. Esto es lo que más preocupaba a Winnicott durante su última década (ver CREATOVIDAD: 6, YO: 11).
Para Winnicott existe una secuencia entre apreciación y percepción. El bebé, si pudiese, diría:
[…] Cuando miro estoy viendo, entonces existo.
Ahora puedo mirar y ver.
Ahora miro creativamente y lo que percibo también percibo.
De hecho, me ocupo de no mirar lo que no está allí para ser visto (salo si estoy cansado) […].
[“El rol de espejo de la madre y familia en el desarrollo del niño”, 1967, p.114]
La pregunta crucial aquí en términos del Ser es “cuando miro soy mirado” y por tanto “Existo”. El niño depende en ser visto (sus necesidades adaptadas) por su madre para poder sentirse vivo. Ver y ser visto son el foco de la identificación primaria. Del sentido-del-Ser y de ser-visto emerge un lugar en el cual poder soñar y jugar.
La secuencia de Winnicott que recién mencionamos se relaciona con el proceso en el individuo sano que se solapa con la comunicación silenciosa y la relación con objetos subjetivos. Este tipo de relaciones con uno mismo establecen y enriquecen el sentido de sentirse real (ver COMUNICACIÓN: 4, 9).
- Ser y el elemento femenino
En un artículo “Creatividad y sus Orígenes” −una combinación de dos artículos escritos dentro de los últimos dos años se su vida− Winnicott se refiere a “Elementos masculinos y femeninos”. El ubica al “Hacer” con el elemento masculino y el “Ser” con el elemento femenino. De este modo, su teoría del desarrollo emocional incluye la naturaleza crucial del padre y la tercera área (ver FENOMENO TRANSICIONAL: 7).
[…] Deseo decir que el elemento que estoy llamando “masculino” hace tráfico en términos de relación activa o pasiva relacionada con.
[…] Mi consejo es que, por el contrario el elemento puramente femenino se relaciona con el pecho (o de la madre) en el sentido de que él bebe se convierte en el pecho (o la madre) en el sentido de que el objeto es el sujeto…Aquí este relacionarse de elementos puramente femeninos al “pecho” es una aplicación práctica de la idea del sujeto objetivo −esto es, la idea de un Yo, y el sentimiento de realidad que se desprende del sentido de tener una identidad.
[…] Por compleja que sea la psicología del sentido del Yo y del establecimiento de una identidad eventualmente se convierte a medida que él bebe crece, ningún sentido del Yo emerge excepto sobre la base de este relacionarse en el sentido del SER. Este sentido del ser es algo que antecede la idea de ser-uno-con, porque aún no hubo sido nada más que identidad. Dos personas distintas pueden sentirse una, pero aquí en el lugar que estoy examinando, el bebé y el objeto son uno. El término identificación primaria pudo tal vez haber sido usado solo para esto que estoy describiendo y estoy tratando de mostrar lo vitalmente importante que esta experiencia es para la iniciación de toda experiencia subsecuente de identificación.
[…] Ambas identificaciones proyectivas e introyectivas provienen de este lugar en donde una es la misma que la otra […].
[“La creatividad y sus orígenes”, 1971, p79-80]
En la primera etapa del desarrollo, Winnicott señala que objeto y sujeto están en principio fusionados, fusión primaria y que el objeto es en realidad un objeto subjetivo (ver ILLUSION: 6).
[…] En el crecimiento de un bebé humano, mientras el Ego comienza a organizarse, esto que estoy llamando Relación-objeto de elementos femeninos solamente, establece lo que es tal vez la experiencia más simple de todas, la experiencia de ser. Aquí uno encuentra una real continuidad de generaciones, el Yo que es pasado de una generación a otra, a través del elemento femenino de hombres y mujeres y de niños y niñas…Se trata del elemento femenino en ambos hombres y mujeres […].
[“La creatividad y sus orígenes”, 1971, p80]
Winnicott señala que el psicoanálisis ha descuidado ese aspecto de lo que él llama el elemento femenino-la capacidad de ser.
[…] Los psicoanalistas dieron especial importancia a este elemento masculino o aspecto de conducción de relación-objeto, y aun así descuidaron la identidad sujeto-objeto hacia la cual estoy atrayendo la atención aquí, lo cual es la base de la capacidad de ser. El elemento masculino Hace mientras que el elemento femenino Es. Aquí vendría en esos hombres del mito griego quienes trataron de estar al mismo nivel que la diosa suprema. Aquí también hay una manera de decir que la envidia bien asentada en una persona hombre sobre la mujer cuyo elemento femenino es tomado por sentado, aunque a veces sea un error […].
[“La creatividad y sus orígenes”, p81]
Esta última oración se relaciona con la tesis de Winnicott sobre las MUJERES: La envidia hacia la mujer basada en la fantasía de que ellas poseen el elemento femenino está ligado con el “Miedo a las MUJERES”. El miedo a las MUJERES, que puede existir en hombres, así como en mujeres, se debe al hecho no reconocido de que todos fuimos alguna vez absolutamente dependientes de una mujer (ver DEPENDENCIA: 2, 3, 4).
Una discusión del elemento femenino es imposible, para Winnicott, sin la referencia de una madre lo suficientemente buena, quien es capaz de ofrecer un entorno facilitador.
[…] Regreso ahora a la consideración de la etapa muy temprana en la cual el patrón está siendo establecido por la manera en que la madre maneja sutilmente a su bebé. Debo referirme a este ejemplo especial del factor ambiental. O bien la madre tiene un pecho que Es, por tanto, el bebé también puede Ser cuando ambos aún no se hubieron separado en la mente rudimentaria del bebé; o bien la madre es incapaz de hacer esta contribución, en cuyo caso el bebé debe desarrollarse sin la capacidad de ser, o con una capacidad lisiada del ser […].
[“La creatividad y sus orígenes”, p81-82]
En un mensaje dirigido claramente a los Kleinianos, quienes creen que la envidia es innata, Winnicott desea remarcar su desacuerdo teórico de larga data con Melanie Klein, y señala que la envidia emerge de la falla del entorno. La experiencia de una madre tentadora −a veces bueno, a veces malo, pero nunca demasiado bueno− es la peor madre de todas (ver MADRE: 12).
[…] La madre que es capaz de hacer esta cosa tan sutil a la que me estoy refiriendo, no produce un niño cuya “puro Yo femenino” sea envidioso del pecho. La envidia es un término que puede aplicarse en la experiencia de una falla tentadora del pecho como algo que Es […].
[“La creatividad y sus orígenes”, 1971, p81-82]
La Relación-Objeto (Relación –Ego) en términos del elemento puramente femenino no tiene nada que ver con instinto e impulso.
[…] El estudio del puro, destilado, no contaminado elemento femenino nos lleva al SER, y esto forma la única base para el descubrimiento del Yo y del sentido de existir (y luego en la capacidad para desarrollar un interior, ser contenedor, tener la capacidad de usar los mecanismos de proyección e introyección y de relacionarse al mundo en términos de introyección y proyección) […].
[“La creatividad y sus orígenes”, p.82]
- De que se trata la vida
Winnicott no parece poder enfatizar lo suficiente que el ser está en el centro de cualquier subsecuente experiencia en la vida. De hecho, si el individuo no ha tenido la oportunidad de simplemente Ser, su futuro no augura nada bueno en términos de calidad emocional de vida. Es muy probable que el individuo se sienta vacío.
[…] Encuentro que la característica del elemento femenino en el contexto de la relación-objeto es la identidad, darle al niño las bases para su ser, y luego más tarde una base para ese sentido del Yo. Pero encuentro que es aquí, en la absoluta dependencia de la provisión materna y en esa calidad especial por la cual la madre logra o falla en hacer del funcionamiento temprano el elemento femenino, el que debemos buscar los cimientos para la experiencia del ser.
[…] Ahora quiero decir;” Luego de ser-hacer y ser-hecho. Pero primero, ser […].
[“La creatividad y sus orígenes”, pp.84.95]
La habilidad de hacer, por tanto, se basa en la capacidad de ser. La búsqueda y descubrimiento del sentido del Yo, en el contexto de la terapia, tiene que ver con encontrar una identidad.
EN 1967, Winnicott hace la pregunta −una que hubiera sido más familiar para filósofos que para psicólogos− en su artículo, “La Ubicación de la Experiencia Cultural”:
[…] Tenemos que abordar la pregunta de qué trata la vida en sí misma. Nuestros pacientes psicóticos nos fuerzan a prestar atención a este tipo de problema básico…Cuando uno habla de un hombre uno habla de él junto con su bagaje cultural. El todo forma una unidad.
Solía considerar a la experiencia cultural como una extensión de la idea de un fenómeno transicional y de jugar sin estar seguro que puedo definir la palabra “cultura”. Claro está que el acento está en la experiencia. Al usar la palabra cultura estoy pensando en la tradición heredada. Estoy pensando en algo que está en el pool común de la humanidad a la cual individuos y grupos de personas pueden contribuir y de lo cual todos podemos sacar si es que tenemos donde poner lo que encontremos […].
[“Ubicación de la experiencia cultural”, 1967, pp.98-99”]
Para Winnicott la cultura pertenece al verdadero corazón de la experiencia fusionada de la madre y el bebé en un comienzo, junto con e incluyendo el hecho de la contingencia −el contexto en el cual la madre se encuentra a sí misma (ver CREATIVIDAD: 3).
Pero el niño que no tiene la experiencia de tener una buena madre no pude desarrollarse ni descubrir la capacidad de ser. Es el bebé quien va a experimentar aquello a lo que Winnicott llama Ansiedad Impensable, agonía primitiva y aniquilación (ver ENTORNO: 6).
[…] La ansiedad en estas etapas tempranas de la relación padre-hijo se relaciona con la amenaza de aniquilación, y es necesaria para explicar lo que significo con este término.
[…] En este lugar que está caracterizado por la esencial existencia de un entorno contenedor, el “potencial heredado” se está convirtiendo en “la continuidad del ser”. La alternativa al ser es reaccionar, y reaccionar interrumpe al ser y aniquila. El Ser y aniquilar son las dos alternativas. El entorno acogedor tiene entonces como su función primaria la reducción al mínimo a los daños a los cual el niño debe reaccionar dando como resultado la aniquilación de su persona. Bajo condiciones favorables el niño establece una existencia con continuidad y comienza a desarrollar sofisticaciones que hacen posible acumular los daños en el área de la omnipotencia […].
[“Relación padre-bebé”, 1969, p47]
Con un buen sostén puede haber “ser”, lo cual está relacionado a la salud y la integración y una habilidad de “ser”, con un entorno no muy contenedor el bebé no ha tenido las provisiones que facilitan la oportunidad del “ser” y solamente puede reaccionar. Este reaccionar primitivo constituye trauma y causa agonías primitivas, un constante caer que lleva a la inhabilidad de distinguir entre dentro y fuera, Yo o No-Yo. La “Condición favorable” puede ser el psicoanálisis, y dentro de la relación de transferencia el individuo puede tener una chance de comenzar a “Ser” (ver YO: 11).

Luciana Tonelli Rodulfo es Bachellor en Biología Molecular, Universidad de Buenos Aires (UBA)/ American Association of Collegiate Registrars and Admission Officers (ACCRAO); Buenos Aires, Argentina/Washington DC, USA.
Luego de 13 años de experiencia trabajando en renombradas universidades de Estados Unidos (Oregon Health and Science University, OHSU) y Canadá (McGill University) así como en la empresa canadiense STEMCELL Technologies Inc.), en 2016 regresó a la Argentina, en donde reorientó su carrera para desempeñarse como Asistente Ejecutiva Bilingüe (Consultorio psicoanalítico de los Doctores Rodulfo) y Traductora en el idioma Inglés (Consultorio psicoanalítico de los Doctores Rodulfo, www.mokuto.com, Equipo de Traducción de la Traductora Pública Laura Granollers).