- XIX Jornada de niñez y adolescencia (5/10/16) en la Facultad de Psicología (UBA).
- Conferencia de Ricardo Rodulfo (11/10/16), “El camino del jugar al arte”, en el encuentro organizado por el Colegio de Psicólogos de Córdoba.
Es grato comentar que las Jornadas del 5 de noviembre volvieron a exhibir un muy buen nivel en lo que hace a su conceptualización y tratamiento de las problemáticas encaradas, en particular las referidas a la discapacidad. Doblemente grato el poder celebrar que a ese nivel contribuyeran muchos trabajos de jóvenes colegas. Destacaríamos, además, el intenso grado de participación por parte del público, y un clima entusiasta que se sostuvo hasta el final. Los consabidos inconvenientes técnicos que asolan recurrentemente cualquier reunión grupal numerosa en aquella institución, y que son parte ya de su folklore, no empañaron la calidad del encuentro.
Por otra parte, el viernes 11 el Colegio de Psicólogos de Córdoba realizó un encuentro cuyo centro de gravedad lo constituyó una conferencia de Ricardo Rodulfo, con el título de “El camino del jugar al arte”, una reunión que también contó con una concurrencia nutrida y entusiasta, con claro predominio de juventud. Es de señalar que este Colegio viene en los últimos años destacándose por su preocupación activa en cuanto a incentivar y aportar a la profundización de la formación de los psicólogos en aquella provincia. En este caso se tocaba una problemática, la descripta por el título, muy poco frecuentada por los psicoanalistas, sean médicos o psicólogos. Y una que también cuenta con muy menguados aportes por parte del psicoanálisis tradicional, valga la redundancia, tradicionalmente envuelto en una estrechez temática y un encierro conceptual que no le deja mucho margen para otro tipo de exploraciones. Sin embargo, por parte de Winnicott en particular, existe el trazado de varias vías de abordaje para una reflexión psicoanalítica en lo que hace a la genealogía de diversas experiencias culturales rutinariamente condensadas bajo el nombre, vago de “arte”.
La exposición de Ricardo Rodulfo se concentró en las ricas relaciones entre juego y música, empezando por insistir en la tempranísima conexión de aquella con los más tempranos procesos de subjetivación del cuerpo del niño ya cuando bebé. Pero no se circunscribió a lo que sería un formato clásico del psicoanálisis, limitarse a los primeros años de la vida, sino que entró en los procesos mismos que, en el plano de las formas musicales, construyen afectividad compleja a lo largo de toda la existencia. Esto dio lugar a un recorrido que pasó por el rock, por Los Beatles, Gardel, Piazzola, Mozart, Cage, y otros músicos, sin respetar la caduca antinomia entre arte popular y arte académico. Asimismo se insistió por parte de Rodulfo en el valor del concepto de variación en la música, por ser uno de tal naturaleza que engloba en una sola palabra las dos que hay que usar cuando se dice “repetición y diferencia”. También se señaló la importancia largamente descuidada de una formación musical en los terapeutas, que usan de lo musical a menudo sin saberlo, sin conciencia de ello, como cada vez que modulan su voz de maneras muy diversas según sea la situación clínica que enfrentan.